De Vetustate. Antología Poética. Compilador: Celedonio Orjuela Duarte

De Vetustate. Antología Poética. Compilador: Celedonio Orjuela Duarte
Grabado. Antonio Samudio

Tuesday, March 20, 2007

DÓNDE ESTARÁ LA MELODÍA O UN RECORRIDO POR LA MUSICALIDAD DE LA NOSTALGIA



Por Darío Arguello Garnica


Para empezar, ahora que estamos entre amigos, permítame algunas infidencias nacidas sin duda del lado bueno del recuerdo. Déjenme transportarme y ubicarme en el tiempo de mediados de los años 70 y en el espacio de esta capital de todos y de esa ciudad del norte del Tolima por la que estamos congregados. En aquel entonces, para nosotros, era el intento de hacernos a la academia en universidades públicas de Bogotá, provenientes de distintas vertientes de provincia. Allí nos conocimos. Para todos, eran los momentos de una historia nacional y latinoamericana signada por la lucha política donde se entreveraban de la mejor manera los discursos trascendentales, las ideologías de vanguardia, las mentiras del poder de turno, las armas de verdad, el amor libertario, los libros cumpliendo su mejor papel, la música y su surtidor desde el Caribe hasta punta sur, pasando por la pampa y por los Andes...En fin, era la vida fluyendo, la esperanza rondándonos y el futuro mejor a la vista de todos.


Así, en aras del amor y de una amistad sin reveses, me involucré en un costante ir y venir de la ciudad de todos a esa región tolimense donde aprendí de una tradición de más de un siglo de hombres y mujeres haciendo de la palabra la mejor razón de ser, bien desde lo puramente intelectual, lo periodístico, lo filosófico o lo creativo a través de la poesía o de la narrativa, la literatura. Sí, fue la literatura el motivo por el que habrían de definirse y de decidirse nuestras expectativas, nuestras voces.


Pero decir "nosotros" es indicar un plural de sueños que, una vez superada la formación académica, se fueron desplegando por los años 80 y 90, construyendo cada uno su verdad en la opción asumida por y para la palabra escrita, bien desde la misma enseñanza académica, el taller literario, la promoción cultural, la creación, la publicación, o todas juntas.


Y de ese caudal de sueños de entonces, me detengo en la vedad de una voz de hoy, la de Celedonio Orjuela Duarte, "Chelo" para sus amigos, quien fiel a esos propósitos e intentos iniciales, y luego de transcurrir por mas de 20 años en la enseñanza, los talleres de escritores, la dirección de la Casa de la Cultura del Líbano, la organización de concursos nacionales de cuento y poesía, la actividad como jurado de otros concursos, las varias revistas, sus varios artículos periodísticos sobre litaratura y su "pre-texto" de un restaurante con nombre literario para promover música y afectos poéticos, hoy, después de tres libros: Precario Equilibrio, Visiones, y Presencias, en los que evidenció con creces dónde está su calidad y capacidad como poeta y ensayista, nos entrega su primera novela, Dónde estará la melodía, correspondiente al 5 volumen de un empeño cultural y ejemplar llamado Biblioteca libanense de cultura.


Y es precisamente en los 27 capitulos que conforman las 132 páginas narradas de Dónde estará la melodía, donde encontramos, entre otros muchos aciertos, no sólo claves literarias de aquellas infidencias del comienzo, sino la verdadera representación estética de una época, de una generación y de una ciudad como Bogotá, transcurrida en una prosa cuyos componentes narrativos, de un lado, conservan de la mejor manera ese particular contexto citadino de aquel entonces, mientras de otro constituyen un buen ejemplo de las tendencias escriturales de los tiempos de ahora.


De esa forma, ninguna oportunidad mejor que Dónde estará la melodía para adentranos en la trama de una novela que nos hace partícipes de los ecos del mundo y de unos personajes, hombres y mujeres, en lo que se entreteje esa especie de nostalgia histórica que de un solo trago conlleva ideales políticos, frustraciones individuales, bohemia y música; sobre todo música, en retazos de canciones de los mejores soneros y rumberos de las últimas épocas, o en la referencia obligada a los grandes cantores. Con Federico, Leonardo, el indio boliviano, o con la Vasca, Maé, Mónica, participamos del ejercicio de exorcizar, en el desacralizador sentido de la palabra, los espectros de una porción de vida y de ciudad que a muchos nos identifica. Con ellos, bien podemos ir, entre melodía y recuerdo, desde el bar "El Antifaz", con la paz o el arrebato de sus alcoholes o sus bailes alocados, hasta la guerra de vedad entre nosotros o en un país de Centroamérica con nombre de santo salvador, transcurriendo, entre la ironía, los atisbos eróticos y la nostalgia, por espacios urbanos donde el deterioro suele ser el denominador común: la cotidianidad enfermiza de los hospitales, los apartamentos e inqulinatos y el amanecer de su desorden, la soledad cercana a la locura en una cárcel cualquiera, la noche callejera de las prostitutas, los lugares de romería asistidos por hombres y mujeres echando mano de su última fe. Todos inmersos en fragmentos y en referencias musicales que desde el propio título de la novela advierten que la melodía va por dentro y la canción los identifica.


Motivo, entonces, el de esta primera novela de Celedonio, para confirmar la vigencia e esa tradición de calidad intelectual y literaria de los escritores dl Líbano, aportándole a la litaratura colombiana de este y de futuros tiempos, en la seguridad de que vendrán otras obras suyas de primer orden. Entre tanto, prometámonos la dicha de acerarnos a Dónde estará la melodía, una obra cuya primera lectura ha suscitado, en mi caso, estos recuentos, apreciaciones y nostalgias, pero que, como narración en la que predominan plenamente los valores que permiten diferentes abordajes interpretativos, queda a disposición de múltiples y ricas lecturas, como las que vendrán a partir de esta fecha feliz de su lanzamiento.

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